Páginas

16.5.13

La niña Mwangi


L. tiene casi 13 años. Es keniana, menudita y tiene ojos negros que transmiten paz y algo más. Va a clase en Kianda School y vive con sus tíos y sus primos en una casa blanca con jardín y un salón repleto de alfombras y grandes sofás.

Su madre murió en un accidente de tráfico cuando viajaban juntas en matatú hacia el colegio. L., más afortunada, salió viva de aquel amasijo de hierros y ruedas pero nadie pudo librarla del coma. Tras unos días que parecieron siglos de rezos y esperanza, L. despertó.

Luchadora y valiente dijo que sí a la vida y no le importó tener que aprender a andar de nuevo, comer o vocalizar. Primero en silla de ruedas, luego con muletas y finalmente, L. volvió a ser la de antes.

Nunca la he visto seria ni ensimismada. Intento descifrar qué pasará por esa cabecita llena de trenzas y recuerdos de una madre que ya no está. Pero sólo hallo sencillez y claridad.

Educada y detallista, si la encuentro y no estás conmigo jamás olvida un recuerdo para Juan. Luego se despide y cuchichea con sus amigas vestidas todas con jersey azul marino y falda de cuadros. Ya apartada se vuelve sigilosamente como para espiarme. Entonces, me cruzo de nuevo con esos ojos negros suyos que sonríen y lloran a la vez, que son alegres y melancólicos, con esos ojos negros que transmiten paz... y algo más.


(De nuevo tengo problemas con las fotos ;)) no puedo publicar una foto suya directamente así que os dejo algunas con amigas en su colegio)




2 comentarios:

  1. Brillante....like always!

    ResponderEliminar
  2. among the stories that I'll be taking with me wherever I go from here.
    besos
    Amanda

    ResponderEliminar